lunes, 7 de diciembre de 2015

Me consume la impaciencia

Llama el miedo a mi puerta en la noche oscura.

Me consume la impaciencia por tu voz.

Los gritos se hacen más fuertes acallando el silencio de la noche.

Calla la cordura y habla el miedo.

El corazón pide calma y la boca muerde el aire buscando oxígeno, intentando devorar al miedo...

El miedo no tiene cuerpo, no tiene forma, no tiene casa donde resguardarse, si le dejas anidará en tu alma.

Mientras decido si huir o mirarlo de frente, me consume la impaciencia. 

Y me queman las ganas de tu boca. 

Hace frio, tiemblo y con los ojos secos miro al miedo, me ciega la oscuridad de la noche.

Me me consume la impaciencia por tus manos.

Mientras, el miedo, ya ha horadando todos los rincones de mi alma.

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