martes, 16 de diciembre de 2014

Risas

Y tú me engañaste y a mi me dio la risa, una risa grande y absurda de esas que nacen en el fondo del estomago,  no una risa nerviosa ni una risa histérica, aunque pudiera parecerlo. Fue una risa tan inexplicable como las que nacen de la felicidad más pura. Y dirás que estoy loca, quién se ríe de ser engañado?
No lo entiendes, verdad? Me rio porque el único que se ha engañado eres tú.
Y es que hay acaso, mayor engaño que el que perpetramos contra nosotros mismos?
Y mientras yo me rio, tú te miras el ombligo, y en este juego absurdo seguimos...
Tú ves una niña ingenua, yo solo veo una cara bonita, y mañana te diré adiós y recordaré tu bello rostro o tu cuerpo esculpido, tú en cambio recordarás mi risa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario